lunes, 23 de diciembre de 2013

MIGBELIS CASTELLANOS DESPUÉS DE LA CORONA. Entrevista realizada a Miss Venezuela 2013 por la revista Tendencia.


 


El 10 de octubre de 2013 ante el público del Poliedro de Caracas y millones de televidentes, Migbelis Castellanos se convirtió en la nueva Miss Venezuela. En exclusiva para Tendencia, la joven oriunda de Cabimas, comparte sus impresiones acerca del torbellino mediático, las críticas, los nuevos sueños y responsabilidades tras darlo todo por la corona.


Por María Añez @whereismari
Fotografías: Cortesía Organización Miss Venezuela

¿Cómo han sido los días después de la coronación?
Estos días he tenido compromisos con la organización Miss Venezuela y he estado adaptándome a la opinión pública. Lo que más me ha afectado es ver tantas menciones en redes sociales. Es bonito porque me gusta leer las opiniones de la gente que me sigue y que estuvo pendiente de la evolución de todas las misses a través del reality show Todo por la corona. Pero por los momentos, contenta y disfrutando del triunfo de ser Miss Venezuela 2013.

¿imaginaste que sería así?
Gracias al reality show la influencia del Miss Venezuela ha sido mucha. Nunca imaginé llegar a un sitio y que todo el mundo me reconociera. Estoy tratando de adaptarme a eso lo más pronto posible y que la gente vea que la Migbelis que vieron todos los lunes es la misma que se pueden conseguir en la calle, una persona natural y sencilla.

¿Qué sentiste en ese momento en Poliedro de Caracas cuando estaban a punto de anunciar a la nueva Miss Venezuela?
Que la justicia divina existe, de allí mi señal mirando hacía arriba. Después, cuando me vi, se me erizó la piel porque no fue algo planeado; esperaba ganar pero obviamente las reacciones son inesperadas. Mi preparación fue muy fuerte, mi familia y toda la gente que me rodea fue testigo. Estoy agradecida con Dios y la producción del reality show que me ayudó a desenvolverme mejor con las cámaras.

Con la fuerte preparación y el estrés al que estaban sometidas, ¿temiste que tus reacciones pudieran malinterpretarse en el reality show?
Todo lo que mostró el reality fue la realidad de lo que vivíamos día a día. No fue fácil convivir con veinticinco mujeres y tolerar las personalidades e ideas de cada quien, pero eso llamó la atención del público este año. Vieron que nosotras pasamos día a día trabajando fuerte porque queríamos hacer un papel bonito y leal. Había gente que me catalogaba con el hashtag #MissChiflada en Twitter, porque normalmente la gente de edición mostraba mis partes más cómicas, eso era lo que yo hacía con las muchachas tras cámaras, tratar de divertirnos y disfrutar la experiencia.

¿El reality ayudó a vencer los mitos que rodean al Miss Venezuela?
Sí, la gente creía que nosotras siempre éramos “perfectas” y no, habían días en que nos atacaba el cansancio, podían ver que a veces los sentimientos estaban sensibles con las peleas que había entre las chicas. Al final eso fue lo que le dio el toque interesante para que la gente se animara a ver que el Miss Venezuela es una opción de entretenimiento para que el público venezolano trate de olvidarse de tantos problemas que vivimos a diario.

¿Qué fue lo más difícil de esa preparación?
Lo más difícil de la preparación fue tener tiempo en la agenda, complicada para las horas de gimnasio, pero todas, así fuesen las ocho de la noche, estábamos instaladas en el gimnasio haciendo todo para que en la noche final nos viéramos excelentes.

En algún momento se discutió cambiar tu nombre por algo más fácil de pronunciar, ¿cómo te sentiste con eso?
Mi nombre es la unión del de mis padres, Miguel e Igbelia. Menos mal que me pusieron Migbelis porque si me hubiesen puesto Migbelia ya los estuviera demandando (risas). Me llamo Migbelis Lynette, mi nombre era muy complicado pero como ya había salido al público, el productor Erick “El Pollo” Simonato, me recomendó quedarme con él. Recibí muchas menciones cómicas en Twitter que decían: “¿Este nombre de dónde sale?” o “zuliana tenía que ser” y bueno, ahora me quedo con Migbelis por dos razones: primero, me hace sentir más zuliana que nunca, y segundo, representa el amor y la unión de mis padres.

¿Fue un reto ser la más joven del grupo?
Fue duro porque muchas personas me subestimaban cuando llegué a Caracas por el hecho de ser la menor. Solían verme como la niña del grupo, pero eso fue cambiando semana tras semana porque se dieron cuenta que mi preparación no era de solo un año, que desde pequeña estaba en esto. Terminaron viéndome como una de las más viejas porque era una de las muchachas que estaba más decidida a trabajar por la corona.

Estás participando en concursos de belleza desde hace años, ¿qué te atrajo de este mundo siendo una niña?
Dar una imagen diferente de una Miss, me siento identificada con Irene Sáez porque era una rubia en su año de reinado que también estudiaba la carrera de Política. El concurso de belleza es un trampolín para nosotras en el medio, nos sirve de trabajo y experiencia. Con dieciocho años aquí aprendí a pensar como una muchacha de veinticinco. Lo que busco es darle al concurso una imagen familiar, que la gente vea que la familia lo es todo para lograr el éxito en lo que quieras.

Después de tu experiencia en Todo por la corona, ¿crees que de niña te habría gustado participar en un reality show como Toddlers and Tiaras? 
Por supuesto que habría participado en un reality show, mientras más preparación tuviese iba a estar muchísimo mejor en el Miss Venezuela. Todo lo que hice me ayudó a enfrentarme a las cosas que me ha tocado vivir ahora. No pasé por un reality show cuando estaba de “princesita” pero qué bueno que me tocó la experiencia de vivir el reality show Todo por la corona.

¿Crees que es recomendable que las niñas entren a este mundo del modelaje?
Hay que apoyar a las niñas en lo que les gusta pero es muy importante la educación. De pequeña, aunque me gustaba mucho este mundo del modelaje, mis papás me decían: “Si no sacas veinte puntos, no vas al modelaje”, es importante el equilibrio entre las actividades recreacionales y la educación. Antes de cualquier actividad recreacional la familia debe tener clara la importancia de los estudios.

Eres la primera Miss que develó todo su proceso de preparación ante el público
Sí, me toca dejar la huella de ser la primera Miss hecha en reality show, la primera de una producción totalmente diferente de quienes son los herederos (de Joaquín Riviera): “los cuatro fantásticos” (Peggy Navarro, Ricardo di Salvatore, Vicente Alvarado y Erick “El Pollo” Simonato). Creo que este fue un año bendecido para mí y para toda mi familia que ha podido disfrutar de cerca el concurso.

Durante esta edición de certamen hubo grupos protestando y acusándolo de promover antivalores como la envidia y estereotipos de belleza, ¿qué visión tienes al respecto?
Respeto a las personas que estaban en contra del Miss Venezuela, obviamente hay a quienes les gusta y a quienes no. Sin embargo, pienso que el certamen es una ventana para que la gente se entretenga y es todo lo contrario a lo que dicen, aquí se ve que la mujer venezolana no es puro físico, es alguien que le gusta trabajar en lo que quiere y que, por sobre todas las cosas, es responsable y dedicada con lo que hace.

Eres muy activa en las redes sociales, ¿eso lo sumó presión a, por ejemplo, responderle en la ronda de preguntas al periodista Ismael Cala?
Tienes una presión mayor porque es como un compromiso con tus seguidores, ellos están siguiendo tus pasos, ven cómo cada día estás creciendo y esperan que la pregunta sea una bomba explosiva que los acapare a todos y que todos se sientan contentos. No pienso dejar contento a todo el mundo porque tampoco soy monedita de oro pero en ese momento cuando iba a responder la pregunta lo único que pensé fue: “Yo me voy a equivocar pero hoy no va a ser el día”.

La noche del certamen las redes sociales se llenan de comentarios y críticas, ¿por qué crees que el público disfruta ridiculizando el evento?
Por naturaleza, es muy difícil ponerse en los zapatos del otro. En este caso es muy difícil ponerse en los tacones del otro. Es un programa de entretenimiento, así como llegaron comentarios positivos llegaron comentarios negativos, pero esa es la idea de la programación del Miss Venezuela y es lo que se quiere en las redes sociales, que todo el mundo tenga algo que decir, que hablen bien o mal, pero que hablen.

Más allá del show o las candidatas, hay quienes critican su banalidad en medio de la situación del país…
El Miss Venezuela es un punto de encuentro, es ese programa que reúne a toda la familia en una noche, así sea para hacer críticas o llamarse para comentar cómo le fue a su estado. Eso es lo que queremos como concurso y programa anual. Así como el 31 de diciembre nos damos un abrazo en familia, el Miss Venezuela logra ese abrazo también.

Esa misma noche se inició la temporada del beisbol nacional. Tu papá fue beisbolista, ¿en algún momento te dividiste entre el deporte y el modelaje?
Claro, desde pequeña me gustaban hacer todas las actividades que tuvieran que ver con deporte. Cuando le ofrecí a mi papá esa buena oferta de ser beisbolista inmediatamente me dijo que siguiera en el modelaje pero, para que estuviera contenta, comencé clases de natación y luego en kickingball, después fui maratonista en el colegio y practiqué voleibol. Quería estar en todas las actividades deportivas, no como una profesión, sino para no tener una vida sedentaria, y además de mis estudios, tener actividades extracurriculares que me ayudaran a formarme.

A tus dieciocho años cursas dos carreras, ¿por qué elegiste específicamente Ciencias Políticas y Comunicación Social?
Elegí estas dos carreras para prepararme para todo tipo de público. La política me hizo entender que existe una visión más amplia de lo que es, que uno puede tener ideas visionarias en pro de la sociedad y esa idea principal es la comunicación, en la comunicación está la clave para crecer como país.

Ahora, ¿a dónde se inclina la balanza a nivel profesional?
Obviamente a la Comunicación Social, este campo me gusta muchísimo. Me enamoré de unos cuantos aspectos que aprendí de la política, pero el entretenimiento y la política no se pueden juntar, son dos ámbitos completamente diferentes. Aprendí a poner en práctica lo que me ofreció la carrera de Política en todos los aspectos de mi vida, pero ahora seguiré con la Comunicación Social.

¿Aún teniendo un ejemplo como Irene Sáez?
Esa es la incógnita. ¿Quién quita que luego de mi reinado como Miss Venezuela termine mis estudios? Pero por ahora seguiré enfocada en lo que es la Comunicación Social, quiero que mi imagen sea imparcial y que la gente vea que una miss venezolana no es solo belleza, hay bastante estudio.

¿Cómo estás asumiendo esta segunda preparación para el Miss Universo?
Con responsabilidad y madurez. Aunque es un año el año puede pasar muy rápido así que hay que aprovechar el tiempo, de hecho, ya empecé mi entrenamiento con Richard (Linares) y ya están en la mesa varios planes con el señor Osmel.

¿Dónde te ves en cinco años?
Con otra corona, sentada de jurado con una invitación especial por ser Miss Universo 2014, trabajando en el medio y creando una imagen diferente; me veo en la animación, si es posible siguiendo los pasos de Maite Delgado, una mujer que no ha creado polémica, que es humana y sencilla.

¿Qué llevarías de tu natal Cabimas al Miss Universo?
Al ganar, si Dios me lo permite, montaría unos chimbángueles de San Benito para que me tocaran en la coronación.

A inicios del año participaste en el Casting Tendencia, ¿qué te motivó a participar y cómo fue esta experiencia?
Sí, participé y quedé. Pero cuando estuve en la pre-selección logré hablar con los fotógrafos y les tuve que decir que la semana siguiente me iría a Caracas para el reality show. Obvio no recibí ninguna llamada de regreso, hasta ahora que es un honor que en la revista de la cual quería ser portada ahora voy a salir con una entrevista especial como Miss Venezuela 2013.

http://www.tendencia.com/2013/migbelis-castellanos-despues-de-la-corona/

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